Disposición del Nuevo Órgano de la Catedral de León
PROYECTO DEFINITIVO DE JEAN GUILLOU
5 manuales y pedalero
63 registros
de éstos:
47 registros sonoros
7 registros de combinación (tiradores)
10 transmisiones
Secretos de correderas
accionamiento de teclas eléctr.
accionamiento de registros eléctr.
Orgelbau Klais Bonn
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DESCRIPCIÓN TÉCNICA
1. Estructura
Véanse planos EZ 92-93-94-96/08. Todos los componentes están en el coro distribuidos en cuatro cajas con prospectos idénticos.
2. Disposición
La siguiente disposición ha sido elaborada por el organero Prof. D. Jean Guillou. Las mensuras (dimensiones de los tubos) de cada registro se determinan una por una, en virtud del espacio y la acústica, de acuerdo con una experiencia de muchos años.
3. Armonización
En el taller preparamos antes los tubos para una perfecta articulación con la correspondiente altura de tono.
La configuración sonora (armonización) la realizamos in situ. Aquí ajustamos el perfil de cada uno de los registros a las condiciones acústicas del espacio y lo combinamos con el resto de registros del órgano en una unidad armónica. Para poder ofrecer sin ningún tipo de problemas este resultado artístico trabajamos sin un calendario obligatorio.
4. Tubería
Nuestros tubos, confeccionados en taller propio, están hechos para garantizar, durante un largo periodo de tiempo y con una buena estabilidad de afinación, el excelente sonido logrado por el armonizador. De ahí que tuberos y armonizadores trabajen siempre codo con codo.
La confección de los tubos de metal comienza con la aleación y colado de las planchas de estaño hasta una longitud total de 16' en nuestro taller.
En cada caso determinamos los grosores de las paredes de los tubos según la presión del viento, el diámetro y la longitud del cuerpo del tubo y, en el caso de tubos abiertos, la operación conlleva una reducción del grosor del material desde el labio (o punto nodal central) a las bocas. Esto favorece la sonoridad y aumenta, a la vez, la estática interna del cuerpo del tubo. Tras el bruñido, las planchas son repasadas a mano con una rasqueta para conseguir así una superficie lisa pero resuelta.
Las ánimas coladas de los grandes tubos, de aleación de alta pureza, son especialmente gruesas por delante, en la zona del caño, y se hacen cónicamente más finas hacia atrás. En el caso de tubos de estaño mayores, de alta pureza, enroscamos unos burletes en las rasetas para anular cualquier posible ruido; en otros casos se practican ranuras de afinado a los tubos abiertos o se cortan a partir de unos 2 2/3' de longitud. A veces las cuerdas reciben expresiones.
Abombamos los "sombreretes" (piezas sobrepuestas) de todos los tubos tapados o semitapados, es decir, las cubiertas superiores no están sencillamente aplanadas, sino que tienen forma de cúpula esférica. Con objeto de sellar los "sombreretes" respecto al cuerpo del tubo se usa fieltro en el caso de los tubos mayores (más graves) en combinación con una estructura giratoria para el afinado (así las tapas no pueden resbalar ya). Para los registros centrales usamos piel fina o un papel especial rígido. Los más pequeños (más agudos) se sueldan o se sellan con cera de abeja. Si así se desea, pueden soldarse todas las tapas. A los
labios se les pone orejas laterales del tamaño correspondiente (soldadas a los lados, a cierta distancia del labio) de plomo y escudos en la banqueta para evitar el giro. Para fabricar los tubos de madera usamos siempre madera curada y secada al aire, la cual compramos en tronco y hacemos cortar según nuestras indicaciones dimensionales para rebajar su humedad, con un almacenaje que dura varios años, hasta fracciones normales (es digno de ver nuestro gran almacén de madera). Las tablas laterales, fondos y tapas las unimos o con tacos de madera o con una unión especial machihembrada, y finalmente pegamos el cuerpo del tubo.
A los pies de tubo les ponemos tornillos de reglaje niquelados para controlar el caudal de viento (algunas veces también tornillos de madera o reguladores). Las ánimas y sobrepuestos los hacemos de madera dura. A los tapones se les pone una junta de fieltro y de piel. Los asideros perforados están calzados.
Para obtener la característica sonoridad, configuramos los labios del modo más conveniente.
En el caso de los tubos grandes, los labios siempre se sueldan hacia dentro; en los pequeños, siguiendo ejemplos históricos, se remeten a presión. Además de labios redondos, el diseño incluye también labios tallados en punta y en paralelo. En el caso de los tubos de fachada, su configuración depende de la forma de la caja.
En la fabricación de la lengüetería damos mucha importancia a nuestros propios y específicos formatos de mensuras y configuraciones. Para las lengüetas francesas seleccionamos la configuración correspondiente, con bloque y anilla, o los pies se alzan (siguiendo el canon clásico) hasta los resonadores. Las cañas, cualquiera que sea su forma, y los afinadores están hechos de latón. Si optamos por cañas de madera, como material elegimos haya blanca o ébano. Soldamos firmemente los resonadores de estaño en los cabezales o, si los resonadores superan
los 4' de longitud, los colocamos en soportes soldados. Allí donde se requieren mitras, optamos por las redondas, que deben comenzar justo por encima del cabezal. Particular importancia se concede a un excelente, a veces múltiple, emparrillado de los resonadores de lengüeta.
5. Secretos de corredera
Los secretos constituyen el corazón de cualquier órgano. De su calidad depende, en gran medida, la calidad del instrumento en su conjunto.
Como material base usamos un material compuesto que, especialmente elaborado para nosotros, reúne hasta 48 capas diferentes, y que, según el grosor de los hilos de la fibra de las diferentes capas, se dispone tanto en paralelo como en cruz. Los bastidores se ensamblan a diente en paralelo, las barras se cajean y los tablones de la base se encolan.
Además del modelo ya descrito de secretos, especialmente resistente a los agentes meteorológicos y a las calefacciones por circulación de aire (mal reguladas), podemos construir a demanda (p. ej., por ampliación de órganos históricos) secretos de madera de roble en modelo cajeado. Como es natural, en estos secretos los puntales y barras también son de madera de roble. Este diseño es completamente fiel a los históricos.
A base de esforzarnos durante décadas por mejorar las secciones de los canales y las formas de las ranuras de válvulas así como de la propia valvulería, hemos conseguido, por un lado, proveer suficiente suministro de viento para cada tipo de armonización, sin provocar, por otro lado, una sobrealimentación que perjudique al sonido o perturbe las sensaciones de intérprete.
En el área de los canales esto se consigue, por un lado, colocando barras portavientos, con los que aislamos las zonas de las voces de lengüetería de aquéllas de las voces mezcladas y de las alícuotas elevadas para evitar la intrusión de las lengüetas en estas áreas. Por otro lado, en el
caso de grandes secretos, u otros similares que así lo requieren, reducimos las secciones de los canales, desde la ranura de la válvula, donde tales secciones son más grandes, hasta el extremo del canal, donde tales secciones se estrechan mucho, con lo que se obtiene así una cámara de canal en forma de cuña.
Esta forma de canal garantiza un óptimo perfil de admisión y de emisión de aquellos tubos relativamente apartados de la válvula.
De importancia decisiva para las sensaciones del intérprete resulta, además del punto de ataque del accionamiento en la válvula, el juego de muelles. Para conseguir la mejor maniobrabilidad posible, variamos ambos según el tamaño del secreto.
Las propias válvulas se fabrican de la mejor madera de cedro con los anillos anuales en vertical. Por la cara inferior se dotan de fieltro y se revisten con piel de oveja de curtido inglés.
Los pasos del accionamiento a través del suelo de la caja de viento los sellamos con una junta (Pulpete) de confección propia que permite amortiguar la oscilación lateral de los alambres de accionamiento. Esta amortiguación de la oscilación dentro de ciertos límites es necesaria, ya que la conexión del alambre de accionamiento con la válvula la realizamos con un eslabón
elástico.
La junta entre la corredera y las sobretapas se hace con el material Liegelind y piel. Por el lado contrario hay un segundo anillo sellante del mismo material que genera la necesaria contrapresión.
Para las sobretapas usamos selectos tableros de poro fino secados al aire durante años. Los guiavientos dentro de las sobretapas, en caso de que resulten necesarios, no poseen ningún tipo de canto afilado o rebaba, y se acortan siempre tanto como se puede. Para su estabilidad, las banquetas, de madera maciza insonorizada, reciben cada una en sus extremos un muelle encolado. Éstas son soportadas por columnitas cuadradas de madera noble con los cantos biselados. Si se precisan parrillas, las apoyamos sobre las sobretapas o las fijamos a la caja. Si así se desea, las banquetas de madera de roble pueden cauterizarse.
6. Accionamiento
a) Accionamiento de teclas
La consola principal se controla con un accionamiento eléctrico de teclas. Los impulsos motrices del organista son captados por contactos optoelectrónicos en la consola y transmitidos a imanes que abren las válvulas.
b) Accionamiento de registros
El control de los registros es eléctrico, es decir, las correderas son movidas por electroimanes.
Se trata de lo que se conoce como imanes de doble carrera, con dos bobinas magnéticas, en cada caso una para la maniobra de "repliegue" y otra para la de "despliegue". Accionando los interruptores de los registros en la consola y con ayuda de controles electrónicos que nosotros mismos hemos desarrollado, se cambian las bobinas de repliegue y de despliegue de los imanes sobre las correderas y se ponen en posición de "repliegue" o "despliegue". A cada uno
de los imanes empleados, con una relación de trabajo del 100%, se les pone la debida protección antichispa.
Los circuitos eléctricos dentro del órgano se controlan con la corriente continua generada por un rectificador. Estos contactos de maniobra están reunidos en circuitos impresos conectables en un punto del órgano bien accesible. Primero se suministra a éste una corriente trifásica de 220/380 voltios, que en el aparato se rebaja y se rectifica, para disponer luego de una corriente continua de 24 voltios, con una ondulación residual muy baja, del 0,5%.
7. Consola
La consola es el "puesto de trabajo" del organista. De ahí que procuremos siempre conseguir una ordenación y configuración ergonómica, pero también estéticamente elegante, de todos sus componentes.
La ordenación y número de los elementos de mando depende del tamaño del órgano. La disposición revela estos componentes. La caja de la consola se adapta a la clase de la madera
de la caja del órgano. Esto se aplica también a la clase de la madera del pedalero. Hay montada una iluminación encastrada para el pedalero y sirve a la vez como lámpara de control para el soplante eléctrico y el rectificador. A la consola se le pone un banco de órgano de altura regulable.
Nuestras consolas cuentan con un atril regulable cuya clase de la madera se elige igualmente en virtud de la consola o de la caja del órgano o se fabrica de cristal. El atril se equipa con una discreta lámpara de diseño.
Los manuales son de pícea con anillos anuales en horizontal; por su parte, las teclas diatónicas cuentan con un revestimiento de ébano, y los bloques de teclas de sostenido, de ébano con revestimiento de hueso. Si así se desea, las teclas diatónicas pueden llevar también un revestimiento de hueso y los bloques de teclas de sostenido pueden ser de ébano. La forma del pedalero es en paralelo (con doble curva, no radiante). Como posición del pedalero respecto a
los manuales, recomendamos ds (pedalero) por debajo de ds' (manual); si así se desea, también c por debajo de c'.
La disposición de los manubrios se conviene puntualmente en cada caso. Procuramos evitar las novedades de moda.
Si no se ha convenido ningún otro deseo con el organero, las restantes dimensiones se rigen por las normas del Bund Deutscher Orgelbaumeister (BDO) [Federación de Maestros Organeros Alemanes]. Complacidos atenderemos también aquí a las tradiciones españolas.
8. Suministro de viento
Para el suministro de viento entregamos soplantes eléctricos con conexión trifásica de 220/380 voltios y 50 hercios. En los soplantes un motor de cojinete deslizante de bajo ruido acciona un aspa de ventilador, generando así el necesario caudal de viento con la correspondiente presión del mismo.
Aunque los soplantes funcionan, por lo general, con muy bajo ruido, no obstante, para cada soplante confeccionamos una caja insonorizada de pared gruesa que revestimos, además, interiormente con un material que absorbe las altas frecuencias. Proporcionamos a la caja insonorizada una válvula de succión que, en caso de demanda de viento, se abre por sí sola y en caso de escaso consumo, vuelve a cerrarse. Al colocar el soplante sobre piezas de cauchometal y por medio de una elástica manguera de unión (piel) con el sistema de canales, se evita
la transmisión de ruido inducido por la caja insonorizada envolvente así como por el sistema de canales. Un insonorizador de configuración laberíntica reduce el ruido absorbido. Aquí pueden montarse también filtros de aire.
El circuito de los soplantes se activa con un botón o un cerrojo de mando en la consola, desde donde se acciona un telemando automático, conectado con el salvamotor y el interruptor de tensión nula.
Para amortiguar el remolino del viento mecánico, el viento generado por el soplante es conducido en cada caso por una válvula de regulación, de funcionamiento autónomo, a un fuelle de depósito (si es preciso a un fuelle de doble cuerpo). Ahí se realiza también la regulación de presión principal y se controla el flujo de admisión de viento desde el soplante.
Para la reconducción del viento confeccionamos canales de madera maciza o de material en capas unidas a inglete. Las piezas concretas de este sistema de canales cuenta para los cambios de dirección con lo que se conoce como manguetas de viento, con las que se consigue una conducción del viento sin turbulencias en los cambios de dirección de los canales de viento.
9. Caja del órgano
La caja del órgano tiene varias funciones:
- En primer lugar, envuelve a todo el instrumento y lo protege no sólo contra el acceso de terceros, sino también contra la suciedad y la incidencia del polvo;
- Es un elemento configurativo arquitectónico que refleja cómo se articulan los
componentes según las leyes del diseño y la proporción, y que debe estar en perfecta armonía con el espacio circundante. Deben considerarse, además, otros elementos configurativos: clase de material, estructura del material, color, en su caso, incluso las afinidades entre el color y la forma, condiciones superficiales, motivos decorativos, etc.
Como la caja del órgano debe ejercer como estructura portante, además de envolvente, debe construirse atendiendo a consideraciones estáticas, es decir, debe realizarse con una técnica de bastidores y de relleno, por un lado con las debidas secciones en la estructura de bastidor, por otro, y por lo que se refiere a las características de resonancia, con rellenos, en la medida de lo posible, compactos.
Baste mencionar aquí algunas palabras clave respecto al efecto de la caja sobre la sonoridad: reflexión, absorción de los diversos tonos y frecuencias, resonancia o penetración.
Cuando se considera necesario usar estructuras portantes adicionales, las integramos a la vez en la caja del órgano. Esto vale también para las conducciones y pasarelas que permiten el acceso al interior del órgano para una mantenimiento periódico del mismo. Para este fin proporcionamos también suficiente número de puertas, en las que hemos optado por una bipartición respecto a las voces del instrumento. Con esta bipartición se logra, por un lado,
que siempre esté suficientemente cubierta la tubería posterior y, por otro, un acceso ilimitado la tubería.
Para el recitativo expresivo usamos materiales con altas relaciones de insonorización. Para las paredes y techos está prevista nuestra estructura multipared elaborada por acústicos, de unos 4-